BOB DYLAN, UNO DE LOS NUESTROS

El músico estadounidense Bob Dylan repasa la historia de su país durante su infancia y "resucita" su pasión por el hierro con una exposición de esculturas en Londres, que combina con evocadores cuadros y puertas de automóvil.

Al Capone, John Dillinger o Will Rogers aparecen retratados en las oxidadas puertas de coche que cuelgan en la exposición del músico estadounidense

"El hierro ha formado parte de mi vida desde que era niño; nací y crecí en la tierra del hierro, en la que se respiraba y olía el metal a diario. Y de una forma u otra, siempre he trabajado con él", relata el cantautor Bob Dylan respecto a su primera exposición de esculturas metálicas, 'Mood Swings' (Cambios de humor o Ánimos oscilantes). La muestra se presenta en la Halcyon Gallery de Londres del día 16 de noviembre al 25 de enero del 2014. Los precios de las obras de hierro empiezan con 40.000 euros. Todo lo expuesto está en venta.

El cantante americano rescata herramientas, utensilios u objetos que la industrialización ha tachado de obsoletos para yuxtaponerlos en marcos como puertas, barandillas, rejas, ventanas o mesas. Las mesas son del estilo de las de las marujas que han reciclado las patas de viejas maquinas de coser y encima les han colocado un grueso cristal transparente. Simples entramados metálicos, testimonio de una época y un lugar determinado. Dylan no descubre el significado de la vida en sus esculturas metálicas, podría ser el hijo del herrero de su generación que vuelve al pasado y al trabajo manual con tuercas, llaves inglesas, manivelas, herraduras, discos o muelles. Con ahínco y destreza lleva tres años ensamblando en su estudio de Los Ángeles los recambios que, de pequeño, formaban parte de su vida, veía y tocaba en Hibbing (Minnesota), lugar conocido como Tierra del hierro, donde creció el cantante y artista.

Paul Green, director de la galería y representante del artista en Europa, asegura a EL MUNDO que "estas piezas están destinadas a coleccionistas de arte, no a los fans del cantante Bob Dylan, su talento como artista visual, y ahora como escultor está reconocido en todo el mundo". 'Cambios de humor' es la tercera exposición que hace Paul Green de producción artística de Dylan en Londres, y la primera de sus obras de hierro. "Llevamos seis años trabajando con él, su obra se vende bien aunque él no quiere hablar de su trabajo, su arte está ahí para que sea interpretado por cada uno que lo contemple", explica el director de la galería.

Además de los espontáneos trabajos en metal, la exposición presenta una interesante serie de obras emparejadas: una puerta de coche modelo años 50-60 acribillada a balazos, sujeta y colgada en la pared, junto a una portada de revista o periódico con información sobre los gangsters y la criminalidad en EEUU en la misma época del vehículo. Al Capone, John Dillinger o Will Rogers son los nombres y los retratos vinculados a las oxidadas puertas de coche que cuelgan con acierto en la exposición, que bajo el subtitulo de "Arte revisionista" va del crimen y el lumpen al mundo del cine y las celebridades americanas.

El músico, que ya ha presentado antes pinturas y dibujos sobre papel y/o lienzo, reinterpreta una serie de portadas de revistas con crítica y sátira a políticos y personajes famosos, desde Reza Pahlavi, hijo del ex Shah de Irán, hasta el director de cine Woody Allen, de quien una portada dice: "La estrella mejor pagada del cine cuenta el triangulo amoroso en el que está atrapado". En otro lienzo un supuesto catálogo de Sotheby's se mofa del descubrimiento de 'La Primavera', de Vincent Van Gogh, vendido por una cifra absurda con la imagen de una mujer de piernas abiertas mostrando los labios vaginales afeitados. En la cabeza de la modelo, una caperuza de monja, y en sus pies, unos tacones de brillantes como Cenicienta. ¿Es ésta una crítica sarcástica al mercado del arte?, pregunto a Paul Green. "La interpretación es libre", contesta el director de la galería.

Bob Dylan, además de cantante, compositor, artista y poeta, es hombre de mente inquieta que va y vuelve al mismo lugar. Un lienzo de grandes dimensiones y colorido estridente, compuesto en este año 2013, muestra una vía de tren, el tema de su primera exposición: perspectivas en torno a la vía del tren y al paisaje que genera el paso del ferrocarril, con ello empezó y en ello está. Además de la novedad de las obras de hierro, la exposición contiene un poco de todo de este artista tan completo.

Dylan ha recogido hace poco en París el galardón La Legión de Honor. El ministro de Cultura francés le concedió la medalla con un halagador y extenso discurso al que el cantante contestó con un escueto, "muchas gracias, es un honor".


Fuente EL MUNDO, 15 de noviembre de 2013

 

Londres, 14 nov (EFE).- El músico estadounidense Bob Dylan repasa la historia de su país durante su infancia y "resucita" su pasión por el hierro con una exposición de esculturas en Londres, que combina con evocadores cuadros y puertas de automóvil.

Con el nombre "Mood Swings" ("Cambios de humor"), la muestra, presentada hoy a los medios y que abrirá al público este viernes en la galería Halcyon, refleja la fascinación del esquivo artista, de 72 años, por la soldadura y el metal.

El cantautor, escritor, escultor, director de cine y pintor, que evitó acudir hoy a la presentación, expone en la Halcyon por primera vez grandes esculturas talladas en hierro, un material que, en sus propias palabras, le ha "rodeado" durante toda su vida y del que se impregnó en su niñez.

"Es casi como si aquí hubiera regresado a sus raíces. Nació en Minesota, en uno de los mayores yacimientos de mineral de hierro del mundo, y él decía que eso es algo que se podía saborear, se podía oler, que era como si no te lo pudieras sacar del sistema", dijo a Efe Paul Green, responsable de la Halcyon.

El veterano cantante folk, un emblema vivo de la cultura norteamericana contemporánea y "una de las figuras más icónicas del siglo XX y del XXI", en palabras de Green, utilizó trozos de chatarra y viejas herramientas para dar forma a esas enormes esculturas de hierro, que podrán verse hasta el 25 de enero.

Estos materiales industriales representan, con frecuencia, un "estado mental diferente" del artista, que intercala en sus esculturas de hierro algún guiño a su faceta musical, pues se puede ver una guitarra o una clave de sol incrustadas en estructuras metálicas.

Dylan, que arrancó su carrera a principios de los 60, recurre a objetos del proceso industrial, como ruedas, cadenas o martillos y los "resucita, con cuidado, de una manera efectiva" hasta convertirlos "en objetos bellos y sorprendentes, en objetos que la gente puede utilizar, como las puertas que la gente puede abrir y cerrar".

La exposición, la más amplia realizada hasta la fecha de obras del huidizo cantante folk, dedica una sala a presentar una serie de coloridas pinturas del artista estadounidense junto con el mayor óleo que Dylan ha dibujado en su carrera de más de medio siglo, en la que ha vendido más de 110 millones de álbumes.

La muestra exhibe en otra de las salas, con las paredes pintadas de rojo chillón, portadas de emblemáticas revistas estadounidenses, como Time o Playboy.

Ahí están también expuestas sus llamadas "puertas de gángster", puertas de automóviles cosidas a balazos, junto con fragmentos de periódicos con historias sobre gángsters famosos, también "parte de la historia revisionista de Dylan".

El propio artista ha explicado su atracción hacia las puertas, que le resultan magnéticas, porque "pueden cerrarse pero, al mismo tiempo, permiten entrar en ellas y fluir a través de ellas las estaciones".

Colocándolas al lado de esos "personajes sin ley que se convierten en personajes queridos de la historia de Estados Unidos", el polifacético artista "vuelve a contar una historia".

El visitante puede además contemplar varias pinturas y grabados que representan 327 viajes que realizó el músico a diferentes ciudades y en años distintos, en una muestra que suma cerca de 50 obras.

El autor de discos como "Highway 61 Revisited" (1965) o "Blonde on Blonde" (1966) recibió este miércoles de manos de la ministra francesa de Cultura, Aurélie Filipetti, la Legión de Honor, después de que medios franceses lo llegasen a considerar "indigno" de ello por su posicionamiento pacifista durante la guerra de Vietnam y su consumo de drogas.

(Agencia EFE)